Tres años de dolor en un tobillo hinchado desaparecen después de llegar a la raíz del problema

Por Ilana Weiler, EFT-Avanzada

Hola Gary:

Este es un informe sobre un caso exitoso logrado en una sesión. Hana vino a mí recomendada por su madre. Tiene 20 años y ha estado sufriendo de una infección en el tendón del tobillo por los últimos tres años. Consultó con varios doctores durante esos años. Trató con bálsamos, tuvo el tobillo enyesado por tres meses y probó fisioterapia – todo inútilmente.

Cuando su madre habló conmigo, dijo que había notado que cierto factor emocional estaba jugando un papel aquí porque cuando Ilana se ponía tensa, la situación empeoraba.

Hana es una muchacha joven, muy tímida, que viene de una familia grande. Yo comencé a tomar nota de todos los aspectos físicos. Su tobillo derecho estaba infectado, hinchado, rojo y dolorido. Esto la limitaba en sus actividades físicas. El dolor era intolerable algunas veces pero de alguna manera ella había aprendido a vivir con él. Cuando pasaba por una experiencia de tensión emocional, las cosas se ponían peor.

Comenzamos a hacer tapping:

Aunque tengo este tendón infectado, yo me amo y me acepto total y completamente, física y emocionalmente.

Frases recordatorias mientras hacíamos “tapping” en los puntos… Tendón infectado… tobillo infectado… tobillo derecho infectado… mi tobillo derecho está infectado… ha estado infectado por 3 años… esta infección… tobillo dolorido… tobillo dolorido.

Después de una ronda le pregunté a Hana cuáles eran las razones de su estrés. Ella mencionó el hecho que ahora que había terminado su servicio en el ejército, se sentía presionada por su familia para tomar decisiones sobre su futuro. Ellos querían que ella estudiara y progresara en la vida. Le pregunté como se sentía con respecto a eso y ella contestó: “No estoy apurada, necesito un descanso. Empecé a trabajar en un jardín de infantes. Lo disfruto y no necesito nada más en este momento. Necesito un descanso de las obligaciones.”

Aunque ellos quieren que tome decisiones, y yo no quiero…

A veces este enunciado desencadena un montón de dolor. Para mi placer, noté que a Hana le encantó. La posibilidad de aceptarse y amarse a sí misma a pesar del problema era muy atrayente.

Ellos quieren que tome algunas decisiones… yo no quiero… dicen que es importante que yo progrese… estoy feliz donde estoy… están tratando de presionarme… necesito descanso… dicen que tengo que seguir adelante… amo mi trabajo con los niños… ellos quieren que progrese, y yo soy totalmente feliz donde estoy.

Hana dijo que se sentía bien y tranquila. Le pregunté si tenía temor de de decepcionar a sus padres. Ella dijo que sabía que la amaban y que querían lo mejor para ella pero que necesitaba tiempo de diversión y ella quería respetar sus propias necesidades.

Aunque sé que me aman y yo los respeto, también quiero respetarme a mí misma y a mis necesidades, y yo ahora elijo respetarme sin culpa.

Los respeto por querer lo mejor para mí… Me respeto a mí misma y a mis necesidades… ellos quieren que tome medidas sobre mi futuro… en este momento quiero disfrutar… elijo respetarme a mí misma y a mis necesidades… elijo dejar ir toda culpa… quieren lo mejor para mí… yo también quiero lo mejor para mí… dejo ir toda culpa… culpa… respeto mis necesidades… elijo liberar toda culpa de mi tobillo… estoy liberando todo sentimiento de culpa de mi tobillo.

Aunque he venido sobrellevando este dilema y pudo haberse manifestado en mi tobillo, elijo dejarlo ir ya, “entiendo el mensaje” y puedo dejar ir este dolor de mi tobillo. Me puedo respetar a mí misma y respetar a mis padres al mismo tiempo.

Aunque ellos quieren que tome medidas para progresar y yo no quiero por el momento, me amo y me acepto total y completamente.

Al dejar ir este dilema de mi tobillo… puedo descansar… tengo el derecho de descansar, de no tomar obligaciones… me encuentro a salvo disfrutando este trabajo… puedo dejar ir este dilema de mi tobillo… gracias tobillo, entiendo el mensaje… estoy a salvo… me encuentro a salvo sin tomar medidas sobre mi futuro… elijo darme permiso, respetarme a mí misma, dejar ir esta infección.

A Hana se la veía relajada, feliz, sonriente. Una semana más tarde me envió un mensaje. “Me siento tan tranquila, fuerte y feliz.”

Dos semanas más tarde me encontré con su madre en la calle. Ella dijo “Un milagro. Es un milagro. Lo rojo ha desaparecido, el tobillo no está hinchado, no hay dolor. ¿Qué le has hecho?” preguntó con una gran sonrisa.

Una vez más EFT demostró ser un milagro.

Con gratitud,
Ilana Weiler

Traducido al castellano por Laura Livov Escribir a Laura

En los artículos que aquí se publican se supone que tienes un conocimiento práctico de EFT. Los principiantes pueden aprender de los mismos pero se les aconseja descargar y estudiar el manual gratuito para una comprensión más completa.