Palacio de las Posibilidades 31 - Cuidado con sus palabras
Hola a Todos/as:
Palabras, palabras, palabras. Están siempre a nuestro alrededor. Usted acaba de leer unas 10 de ellas y está por leer unas 1000 más. Ellas son el medio principal mediante el cual nos comunicamos — los símbolos que usamos para transmitir ideas. El idioma es rico en simbolismos y en tonos de significado. Se presta maravillosamente a las metáforas, frases descriptivas y aliteración. Pueden ser usadas para motivar, celebrar, complicar o agravar.
Entiendo que estamos hablando de cosas básicas aquí, pero es fácil olvidar lo básico. Después de todo estamos en EFT y técnicas poderosas para eliminar equipaje emocional. ¡Que viva! Manténgalo así. Aprenda más. Pero agreguemos elementos positivos en el camino. Es fácil de hacer. Por qué permitir que nuestro vocabulario trabaje en nuestra contra cuando podemos variarlo para que actúe en nuestro favor.
La última vez anotamos que las palabras que leemos y escuchamos generan emociones dentro de nosotros. Esto se debe a que necesitamos internalizarlas para que tengan un significado completo.
¿Pero y qué de las palabras que decimos (o escribimos)? ¿También impactan nuestro estado emocional? ¡Claro que si! Antes de pronunciar una palabra como “depresión” o “delicioso” debemos internalizar para poder obtener su significado completo. Dicho de forma diferente, debemos pensar una palabra antes de emitirla, y al pensarla la internalizamos (experiencia) en una forma pequeña. Esto no significa que al mencionar la palabra “depresión” vamos a entrar en una espiral que nos haga sentir ese efecto. De ninguna manera.
Lo que SI sucede, sin embargo, es que el uso repetido de una palabra (tal como depresión) causa repetidas mini experiencias de esa palabra, y esas mini experiencias repetidas, sirven para condicionarnos en la dirección sugerida por esa palabra. Es el uso habitual dado a las palabras que nos mueve en la dirección de esas palabras. Muéstrenme a alguien que constantemente use la palabra “estrés” y yo les mostraré a alguien quien usualmente experimente “estrés” aun por algún incidente menor. Se acondiciona a sentirse estresado aun cuando el incidente en cuestión pudiera ser un simple “oh bueno” y un suspiro de alivio (o un simple tapping).
Existen innumerables instancias de esto. Alguien, por ejemplo, que habitualmente utiliza la palabra “furioso” para significar un estado de rabia (aunque ésta sea ligera), condiciona su sistema a experimentar furia aunque la situación no requiera mas que una simple reacción de enojo. Muéstrenme alguien quien habitualmente diga cosas como “Esto me pone furioso” o “Estaba muy furioso” y le mostraré a alguien que frecuentemente se irrita fuertemente sin importar la severidad del incidente. Por otro lado, muéstrenme a alguien que habitualmente muestra la rabia como “Eso si molesta” o “Me molesté por eso”, y les mostraré a alguien que muy probablemente tenga un temperamento cálido y quien raramente se irritará aun con algún incidente potencialmente fuerte.
Necesitamos cuidar nuestras palabras, especialmente las que utilizamos habitualmente. Ellas tienden a condicionar nuestro sistema emocional y a llevarnos en ciertas direcciones.
Como ustedes saben, a mi me encanta la palabra “maravilloso”. La utilizo en forma animosa, y hasta en una vena humorosa. También me gustan apasionado, energizado, elegante, y exquisito. La palabra mágico es también muy buena. Lo son también, primera clase o de primera, vibrante y regio. ¿Que cree Ud. que le sucedería a nuestro sistema emocional si a propósito cambiásemos nuestro vocabulario y remplazamos palabras como terrible, malo, miedo, cansado, acabado, etc. por palabras mas motivadoras? ¿Estaríamos condicionando nuestro sistema emocional en una dirección mas positiva? ¡De seguro que si! ¿Y si todos nuestros clientes hacen esto? Estos cambios en vocabulario, ¿no estarían sirviendo como mini-afirmaciones para moverlos en una dirección más útil?
Muchas personas se encuentran atrapadas en lo que yo llamo “circulo de palabra-emo” donde sus estados emocionales negativos y sus vocabularios negativos se refuerzan uno al otro. Sus estados negativos causan palabras negativas, las cuales a su vez, refuerzan el estado negativo lo cual, a su vez, causa mas palabras negativas, etc. Este círculo continuará en sus formas negativas, por supuesto, hasta que sea interrumpido. EFT puede cambiarlo ciertamente, pero también puede ser modificado por el proponerse a utilizar palabras de poder positivo. Así que, ¿por que no utilizar ambos?
Podemos con seguridad cavar detrás de los temores negativos, traumas, culpas, etc., que contribuyen a ese círculo vicioso y utilizar EFT para transformarlas en palabras cognitivas más útiles “fuera del círculo”. Es muy probable que esto dé como resultado un mejor nivel de vibración emocional y al mismo tiempo un vocabulario mas elegante. En el proceso, sin embargo, sería muy fácil reemplazar conscientemente nuestras palabras negativas con una selección más energética. Esto solo puede escalar los procesos de sanación y elevarnos a lugares de mayor inspiración en nuestras vidas.
El cambiar nuestro vocabulario habitual, sin embargo, no siempre significa el sustituir una palabra positiva por una emoción negativa. Por ejemplo, el decir “Me siento vibrante” para describir un sentimiento de depresión simplemente no lo logra. Eso seria una sustitución ilógica de palabras. Pero utilizar palabras como “Estoy con la nota baja” o “estoy al doblar la curva” evoca un sentimiento de menor intensidad que decir “¡Estoy deprimido!” Sirven para “quitar el filo” de una palabra otrora intensamente negativa. He aquí unos ejemplos para quitar filos. Estoy seguro que Uds. podrán expandir la lista Uds. mismos.
• No puedo (no sé como)
• Mi problema (mi reto)
• Estoy estresado (podría usar un poco de calma )
• Romper un hábito (disolver la necesidad)
• Estoy ansioso (necesito redirigir mis energías)
• Estoy exhausto (necesito re-energizarme)
• Fallé (me pisé el pie esta vez)
• Me siento solo (ahora es tiempo de estar tranquilo)
• Estoy perdido (es tiempo de buscar mi próximo nivel)
• Estoy nervioso (estoy alerta)
• Estoy abrumado (Estoy listo para una nueva perspectiva)
• He sido rechazado (tengo una nueva experiencia)
• Encontrar un desconocido (práctica social)
• Cerrar una venta (darle la bienvenida a alguien)
• Odio (prefiero otra cosa)
• Es terrible (necesita mejorar)
• Dieta (desarrollar nuevos gustos)
Las palabras que utilizamos son obviamente ecos de los escritos en nuestras mentes. Por consiguiente, una vez que aprendemos a escuchar las palabras de los demás, podemos interpretar sus paredes con relativa facilidad. Yo estoy siempre escuchando las palabras de las otras personas como una ayuda para hacerles crecer. No es buena idea, sin embargo, la de devolverle las palabras a alguien sin antes explicarles el “por qué” lo esta haciendo. Eso seria una forma fácil de perder contacto. Pero, yo encuentro que informando con tacto el poder de sus propias palabras usualmente resulta en la aceptación y comprensión de su parte. Muchos lo aceptan sin dudas y gustosamente escogen mejores palabras.
El verdadero truco, sin embargo, esta en escuchar nuestra propia retórica. Cuando nos volvemos expertos en eso, hemos dado un gran salto hacia adelante.
Abrazos, Gary
Traducido por Leopoldo Proaño, EFT-ADV
editar este artículoEn los artículos que aquí se publican se supone que tienes un conocimiento práctico de EFT. Los principiantes pueden aprender de los mismos pero se les aconseja descargar y estudiar el manual gratuito para una comprensión más completa.
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Nota importante: Mientras EFT ha producido resultados clínicos notables, los facilitadores y el público deben tomar plena responsabilidad por su uso de ella. Favor de consultar con un profesionista calificado de la salud respecto de su uso de EFT.