Palacio de Posibilidades 30 — Ud. tiene su mano sobre un interruptor emocional
Hola a todos,
¡Cuidado! Yo puedo manipular sus emociones a voluntad.
Yo puedo hacer que cambie su estado emocional de contento a triste en un momento y volver a hacerle sentir contento en el momento siguiente. Más allá todavía, usted está casi desamparado contra mi poder. La única forma de evitar que yo haga uso de mi poder, es evitarme a mí completamente. Con esto quiero decir que no escuche lo que digo y no lea lo que escribo. Ésta es su única defensa real.
Yo tengo mis manos en un interruptor emocional capaz de apuntar a su psique en cualquier dirección que yo desee e, interesantemente, usted me permite hacerlo alegremente. Sin embargo yo no soy el único que posee este interruptor. Usted también lo tiene. Todas las personas lo tienen. Este interruptor es nuestro lenguaje – las palabras que usamos. La mayoría de nosotros no estamos conscientemente enterados de lo que estamos haciendo con él.
Las palabras son una rutina para nosotros. Las usamos todos los días por miles pero no pensamos mucho en cómo ellas le dan forma a nuestras vidas de manera consistente y poderosa. Ellas literalmente determinan nuestro estado emocional. ¿No? ¿Usted piensa que no? Entonces lea el siguiente párrafo…
“¡Me siento tan solo! Estoy en un callejón sin salida cargado de enfermedades, tristeza y falta de esperanza. Este mundo desolado esta lleno de violencia y odio. La vida es un pozo. Es lo que uno hace mientras espera que llegue la muerte. A mí me robaron mi infancia y he sido rechazado desde entonces. Yo no valgo la pena, soy inútil y no tengo solución.”
Ahora léalo de nuevo – esta vez más despacito – y note cómo se siente mientras lee estas palabras deprimentes como soledad, tristeza, muerte, robo, sin solución, etc.
Ahora compare estos sentimientos con los que tiene mientras lee lo siguiente:
“¡Hoy es un día emocionante! Es un día impresionante y lleno de posibilidades. No puedo esperar a ver qué oportunidades se van a presentar. La vida es un campo de diversión cargado de risas y emociones. Es mágica. Yo estoy inspirado, energizado, soy imparable. Es una bendición estar vivo.”
Este último párrafo, por supuesto, es mucho más edificante de leer. ¿Alguna vez se detuvo a pensar por qué? Obviamente contiene palabras más positivas, pero ¿de qué se trata esto de que estas palabras nos den un sentimiento edificante? Después de todo, estas palabras son solamente marcas en el papel (o en la pantalla de su computadora) y algunas veces estas pequeñas marcas lucen muy similares. La palabra horrible suena bastante parecida a increíble y sin embargo nos producen un sentimiento totalmente diferente. ¿Por qué?
Porque cuando oímos una palabra debemos primero “interiorizarla” antes de que podamos entender completamente su significado. La palabra “avión”, por ejemplo, no significa mucho hasta que nos hacemos una imagen mental de un avión o por lo menos hasta que tenemos un sentido interno de lo que es un avión. Esto es muy sutil, yo sé, pero es como si nuestro sistema preguntara, “¿Qué significa esta palabra?” y, en un instante, la palabra es interiorizada en nuestro sistema y se le adjudica un significado. Debemos literalmente experimentar la palabra para que tenga un significado.
Interiorizamos las palabras de acuerdo a nuestras experiencias anteriores, de acuerdo a “lo que está escrito en nuestras paredes”, y ésta es la causa de que la misma palabra pueda tener diferentes impactos emocionales para diferentes personas. La palabra “Hitler”, por ejemplo, tiene un impacto emocional completamente diferente para un sobreviviente del Holocausto que para un estudiante de historia, no judío, de 12 años de edad. La palabra “esclavo” produce emociones diferentes en un ciudadano afro-americano que en un ciudadano caucásico. Otros ejemplos son “Jesús”, “cáncer” y “sexo”.
En consecuencia, a los párrafos que les pedí que leyeran se les adjudicó un contenido emocional de acuerdo a las palabras que contenían. Para que ud. pudiera darles un sentido tuvo que interiorizar todas las palabras y el sentimiento resultante fue un reflejo de cómo esas palabras fueron interiorizadas en su sistema. Literalmente ud. “experimentó” cada una de esas palabras de alguna manera.
La influencia de las palabras es algo que nos rodea. Palabras de todos los tipos están en TV, radio, libros, revistas, etc. Están en nuestras conversaciones diarias (incluyendo las conversaciones con los clientes) y están siendo permanentemente interiorizadas por nosotros. ¿Alguna vez ha estado alrededor de gente que usted siente que le “roba su energía”? ¿Les gustaría saber por qué? Escuche las palabras de drenaje emocional que esa persona usa. Para entenderlas, debemos interiorizar las palabras que esa persona usa (tales como depresión, feo, odio, tristeza, sin salida, etc.) y a medida que lo hacemos, nuestro estado emocional empieza a ir en bajada hacia el mismo estado de desolación y devastación en el que se encuentra la patética y emocionalmente pobre persona que las está usando (¡oh… ugh…! Ni siquiera me gusta escribir alguna de estas cosas).
Por otro lado, presten atención a las palabras motivadoras que usa la gente que nos inspira y nos hace sentir bien. Son palabras que tienen vida. Son vibrantes, entusiastas, potentes y apasionadas. Ellas Tocan el Mundo y ayudan a Elevar nuestra Capacidad de Curación. Son palabras felices. Están llenas de espiritualidad y traen amor y perdón con ellas. Yo conozco a un escritor y disertador, por ejemplo, que usa la palabra “impresionante” a propósito y con frecuencia en sus disertaciones, así como otras palabras inspiradoras. ¿Por qué? Porque él sabe que esas palabras son amistosas, motivadoras y energizantes. La gente las interioriza y responde en concordancia. Él está ahora escribiendo una serie llamada “Palacio de Posibilidades”. Léanla alguna vez y observen la preponderancia de palabras edificantes que elige usar.
Las palabras que usamos son un interruptor emocional muy efectivo. Traen regocijo o debilitamiento dependiendo de cómo son usadas. Y no se trata sólo de las palabras que leemos o escuchamos que tienen esta influencia en nuestras emociones. Las palabras que decimos son de particular importancia. Más allá todavía, las palabras que decimos habitualmente son espejos de nuestros estados emocionales profundos. Trataremos este tema la próxima vez.
Abrazos, Gary
Traducido por Maria Inés Sención
En los artículos que aquí se publican se supone que tienes un conocimiento práctico de EFT. Los principiantes pueden aprender de los mismos pero se les aconseja descargar y estudiar el manual gratuito para una comprensión más completa.
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