El Palacio de las Posibilidades 15 – La más grande psicoterapeuta del mundo
Hola todos/as:
Muchas personas me han pedido que dé detalles sobre el proceso de afirmación y ensoñación que me llevó a un considerable incremento en mis ingresos. Lo haré la próxima vez. Pero antes necesito compartir con ustedes una información de base que se relaciona con lo que vendrá.
Tengo el privilegio de conocer y haber sido formado por la más grande psicoterapeuta del mundo. Lo interesante es que no tiene capacitación formal en psicoterapia de ningún tipo y tampoco domina los términos terapéuticos, tales como beneficio colateral, PTSD y otros. En realidad, yo no creo que ella haya leído jamás un libro sobre psicología. No se graduó tampoco en la enseñanza secundaria. ¡¡¡Eso se debió a que me concibió a mí cuando todavía tenía 16 años!!!
Mi mamá es mi mejor regalo. Mucho antes de que yo pensara en el Palacio de las Posibilidades, mi mamá ya estaba grabando cosas en mí, sin cesar. Cada vez que yo hacía algo remotamente meritorio, mi mamá me admiraba genuinamente. Y una y otra vez me lo decía en términos hermosos. Le resultaba increíble que ella hubiera dado vida a alguien tan “talentoso”, aunque en verdad yo hubiera nacido con la materia prima estándar. Quizás esto se debía a que ella provenía de una familia muy pobre de cuatro hijos sin padre. Quizás se debía a que su madre les decía a estos niños (inclusive a mi madre) que ella hubiera querido que nunca hubieran nacido y lamentaba tener que limpiar pisos para mantener su familia ella sola. Quizás era porque Mamá siempre se sintió incómoda porque no podía permitirse usar ropa interior y era ridiculizada y rechazada por los demás niños en la escuela. Con frecuencia permanecía sola sentada en un rincón del patio durante los recreos.
Recuerdo que un día volví a casa de la escuela (yo estaba en tercer año) y le conté a Mamá, con orgullo, que obtuve el tercer lugar en un desafío de deletreo. Bueno, admitamos que ese es un logro razonablemente bueno en un grupo de unos 25 escolares. Pero para mi Mamá fue otro de los interminables éxitos del “Niño Maravilla”. Se lo contó a los vecinos y a los amigos, por supuesto, y por los siguientes dos meses los visitantes adultos le preguntaban al Niño Maravilla: “¿Cómo deletreas garaje?” Y yo procedía, entonces, a ganarme aún más elogios.
Este tipo de circunstancias se repetían constantemente mientras yo crecía. Mamá acudía a todos los encuentros deportivos en que yo participaba y me cantaba loas fuera cual fuera mi desempeño. Lo mismo hacía Papá, a pesar de que era menos vocalizador que mi madre. Aun en un mal día, Mamá me señalaba la parte positiva. Decía cosas como: “Mira, si no fuera por ti que atrapaste ese tiro en la cuarta entrada, el resultado sería peor. Tú no ves las maravillas que haces.”
Así fue como crecí yo. Por supuesto que algunas veces me castigaron por mala conducta, pero nunca se debía a que yo fuera malo. Siempre se debía a que mi conducta necesitaba corrección. Siempre tuve clara esa distinción. Igualmente, a pesar de que se que probablemente sucedió alguna vez, no recuerdo que jamás mis padres me gritaran. Lo que inculcaban en mí en forma positiva era tan abundante y profundo que lo negativo casi nunca me afectaba por mucho tiempo.
¿Te gustaría que te inculcaran la idea de Niño (Niña) Maravilla en mayúsculas? ¿Te induciría eso a creer en ti mismo/a? ¿Influiría en tu capacidad de fluir libremente en este mundo? ¿Tratarías de vivir de acuerdo a esa imagen de ti mismo/a y de crear a tu alrededor un mundo que refleje tus propias creencias? Por supuesto. Eso es lo que hacemos todos. Y también lo hacen nuestros clientes. Si tú quieres saber cómo se formó alguien, infórmate sobre lo que le inculcaron.
Lo que se nos graba, llegue como llegue hasta nosotros, es nuestra versión de la “verdad” sobre nosotros mismos y sobre el mundo que nos rodea. Cuando somos jóvenes, esa tarea de inculcar conceptos en nosotros es realizada por otros, especialmente por nuestros padres. Por lo tanto, nuestros padres son nuestros psicoterapeutas más importantes. Sus ideas están en nuestra psiquis, por todos lados. Cuando esas ideas nos apoyan, como sucedió en mi caso, tendemos a enfocarnos en las posibilidades más que en los problemas. Las palabras “no puedo” y “debería” tienen un efecto limitado en nosotros. Aceptamos pocos “límites”. Lo diré nuevamente: Mi Mamá es mi mayor regalo.
Les cuento todo esto porque cuando yo utilicé las afirmaciones y la ensoñación formalmente para aumentar mis ingresos, yo no tenía que vencer los obstáculos de traumas, creencias, fobias o similares que se presentan cuando se hace EFT. En realidad, esto sucedió años antes que pensara en EFT. Yo simplemente sobrescribí mis creencias negativas con una gran dosis de creencias negativas.
Así que mi futura explicación sobre la aplicación financiera de los “Principios del Palacio” se hará sin EFT. Pero a pesar de que mi caso no fue crítico, será necesario para muchos clientes. Mi ejemplo será la simple aplicación de afirmaciones y ensoñación. Si esto se hace correctamente, es muy poderoso.
Hasta la próxima.
Abrazos, Gary
P.D. Mi Mamá no sabe cómo usar las computadoras, así que no forma parte de este foro de correos electrónicos. Voy a imprimir esto y se lo voy a dar. Estoy seguro de que a ella le va a gustar su título de “La más grande psicoterapeuta del mundo”. Sin embargo, razonablemente puedo predecir que ella responderá algo así como:
“Oh, mi querido, escribes tan bien. ¡Mira cuánto bien haces!”
¿No es maravillosa? ¡Qué regalo!
Traducido por Dalila Milicúa
editar este artículoEn los artículos que aquí se publican se supone que tienes un conocimiento práctico de EFT. Los principiantes pueden aprender de los mismos pero se les aconseja descargar y estudiar el manual gratuito para una comprensión más completa.
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Nota importante: Mientras EFT ha producido resultados clínicos notables, los facilitadores y el público deben tomar plena responsabilidad por su uso de ella. Favor de consultar con un profesionista calificado de la salud respecto de su uso de EFT.