El Palacio de Posibilidades 9 – Nuestra antena
Hola a todo el mundo,
Antes de continuar, echemos un vistazo a donde hemos estado.
Hemos establecido que vivimos en un Palacio de Posibilidades, pero tendemos a permanecer en nuestras habitaciones cuyos límites están escritos en nuestras paredes en forma de podemos, no podemos, deberíamos, no deberíamos, etc. Estas son nuestras afirmaciones actuales (que consultamos constantemente) y sirven para mantenernos donde estamos. Son nuestros pensamientos tan habituales que se han vuelto nuestra realidad.
Si hemos de tener una nueva realidad (peso, salud, relaciones, negocios, dinero, espiritualidad, etc.) debemos establecer primero nuevos pensamientos habituales. Nuestras verdaderas metas (QUIEROS, no DEBERIAS) pueden ser puestos en forma afirmativa y escritas en nuestras paredes. Esto nos mudará a una nueva realidad “si” los “sí, pero…” conflictivos son borrados con EFT. Una vez que se han ido los conflictivos, las afirmaciones tienen vía libre para traer un nuevo apoderamiento. El uso decidido de nuestras imaginaciones, o sueños, añade un impulso sustancial al proceso.
Muy pronto, espero juntarlo todo con casos actuales, maneras de hacer, etc. Incluso añadiré algunas herramientas más. Por ahora, sin embargo, estoy poniendo los cimientos de manera que tengamos un punto común sobre el cuál construir. En este sentido, tengo un concepto más que traer a vuestra atención. Le llamo vuestra Antena.
La antena es mi nombre metafórico para la parte de nuestros cerebros llamada la Formación Reticular. Es una pieza de materia gris del tamaño de una canica que es responsable de filtrar la cantidad masiva de entradas sensoriales que recibimos cada segundo de nuestra existencia. Tiene un modo de traer a nuestra conciencia solamente aquella parte que nos parece importante. Es un don que normalmente damos por supuesto. Afortunadamente, el uso apropiado de afirmaciones, metas y sueños sirve para orientar nuestra Antena de modo que empezamos a “sintonizarnos” a nuevos aspectos de nuestra nueva realidad en formación.
La Antena es REALMENTE importante como herramienta de “Palacio” porque nos encuentra la manera de conseguir nuestras metas. Esto es de vital importancia para aquellos que no perseguirán su meta a menos que primero se hayan figurado “como” hacerlo. Esto es hacerlo hacia atrás porque crear la realidad a través de afirmaciones y sueños automáticamente llama a la antena que, a su vez, encuentra el “cómo” por ti. La forma en que lo pongo es: “La manera de hacer cualquier cosa que quieras, ya existe. Solamente necesitas sintonizarte con ella.” Es una habilidad fascinante que todos nosotros tenemos.
Para profundizar más en esta idea de la Antena, incluyo a continuación más escritos de la Trascripción de mi seminario “Cómo Conducir tu propio autobús”.
DE LA TRANSCRIPCION DEL SEMINARIO COMO CONDUCIR TU PROPIO AUTOBUS
GARY: Ángela, quiero preguntarte algo. Ahora mismo estamos tú y yo hablando y tú te estás centrando en mí ¿correcto? (Ángela afirma con la cabeza) Y estás escuchando lo que estoy diciendo ¿cierto? (Ángela afirma con la cabeza) Correcto. Mientras me estás escuchando ¿eres consciente en absoluto de tu respiración?
ANGELA: No
GARY: ¿Y ahora?
ANGELA: Sí.
GARY: Sí. Porque centraste tu atención en ella. Justo ahora mismo mientras me estás hablando ¿eres consciente de cualquier sensación en tu pie izquierdo?
ANGELA: Bueno sí, ahora que lo dices.
GARY: Ahora que estás hablando conmigo, ¿eres consciente en absoluto de los latidos de tu corazón?
ANGELA: Sí.
GARY: Pero no lo estabas hace un minuto. ¿Correcto?
ANGELA: Correcto.
GARY: (a la audiencia) Ya ven, tenemos incontable entradas sensoriales que constantemente están invadiéndonos. Toda clase de vistas y sonidos y sensaciones internas del cuerpo están continuamente llamando en la puerta de nuestros sentidos. Leí que algunos psicólogos estimaron que eran dos millones de entradas por segundo.
Si tu cerebro tiene que poner atención a dos millones de unidades de información cada segundo, te volverías majareta, ¿no? Así que tu cerebro tiene un modo de decir, “Esta cosa no es importante. Voy a apuntar hacia lo que es importante y dejaré correr el resto”. Y el trozo de tu cerebro que hace esto se llama la formación reticular. Es del tamaño de una canica y tiene muchas funciones.
La labor que nos interesa aquí se llama sistema de activación reticular. Yo le llamo tu Antena. Está encargada de encontrar lo que es importante para ti [Gary se dirige a la audiencia]
[A Gordon] No sé tu nombre.
GORDON: Gordon.
GARY: Gordon. Gordon Williams, ¿correcto?
Deseo que por el momento supongas que esta sala es un gran cóctel donde todo el mundo está hablando. Todas las voces crean un estruendo ruidoso en la sala y tú y yo estamos emparejados en una conversación… uno a uno. Estamos interesados en nuestro tema, estamos bien compenetrados y realmente estamos enfocados en nuestra conversación. Ahora, déjame ver, ¿conoces a estos Ann y a Mike de aquí? [Gary señala a Ann y a Mike… a unos tres metros de distancia].
GORDON: Los conozco.
GARY: Correcto. Ahora, como tú y yo estamos hablando, ¿serías capaz de decir lo que cualquier otro de esta sala está diciendo?
GORDON: No.
GARY: Correcto. ¿Sabes de qué están hablando Ann y Mike?
GORDON: No.
GARY: Ahora, asumamos que mientras tú y yo estamos hablando, Ann se vuelve a Mike y le dice estas palabras “Gordon Williams”. ¿Lo oyes?
GORDON: Sí, seguro.
GARY: Lo que quisiera saber es, ¿cómo lo haces? ¿Cómo puedes oírlo?
GORDON: Oídos agudos.
Gary: Oídos agudos. Nunca sé lo que voy a escuchar en estos seminarios. [La audiencia se ríe] Oídos agudos. Bueno, puedes llamarlo así. De alguna manera, aparte de los cientos de palabras que son dichas por minuto en esta sala, tú escogiste dos palabras que Ann dijo. Y para ti es una perfecta extraña, ¿correcto?
GORDON: Correcto.
GARY: [A la audiencia] ¿Cuántos pensáis que oiríais vuestro nombre? [Se levantan todas las manos] [A Gordon] Adelante, siéntate, Gordon. [A la audiencia] ¿Podemos dar unas palmadas por Gordon? [Aplausos]
Así que ¿cómo lo hacéis? Quiero saber cómo lo hacéis. Quiero decir, eso es un don, ¿no es verdad?
SEÑORA: Hemos escuchado nuestro nombre un millón de veces.
GARY: Bien, lo habéis escuchado un millón de veces. Esto es verdad. También habéis escuchado las palabras “el/ella”, “y” y también toda clase de otras palabras, ¿correcto?
SEÑORA: Sí.
HOMBRE: Es importante.
GARY: ¡Sí! Es importante para ti. Mira, tu antena está encargada de localizar las cosas que son importantes para ti. Tu nombre es importante para ti y también lo es cualquier cosa que alguien dice acerca de ti. Así que, cuando tu nombre se menciona en un cóctel [chasca los dedos] la antena lo reconoce para ti.
¿Cuántas madres tenemos en la sala? [Se alzan manos] Bien, madres, permitidme que os dé un escenario. Llegáis a casa desde el hospital acabando de dar a luz a un bebé. El padre necesita ir a trabajar así que intentáis hacer el trabajo del día lo mejor que podéis, incluyendo el cuidado de las necesidades del bebé. El padre llega a casa, cenáis y la noche va pasando. Estáis realmente cansadas a causa de vuestro débil estado. Alimentáis al bebé. Os cuidáis de los pañales del bebé y le ponéis a dormir dos puertas más allá de donde os arrastráis hasta la cama con el padre y caéis en un sueño muy profundo. Tan profundo que si un camión cruzara vuestra sala de estar, seguramente no lo oiríais.
Entonces, dos horas más tarde, cuando estáis en vuestro sueño más profundo posible, un ruidito llega desde dos puertas más abajo y que suena así [Gary hace un sonido como un débil llanto de un bebé… la audiencia se ríe] Un bebé pequeño llora. ¿Lo oís, madres?
MADRES: Sí.
GARY: Ahora, ¿cómo lo hacéis? Si no oiríais el camión cruzando la sala, ¿cómo oirías esto?
SEÑORA: Tu antena.
GARY: Tu antena. Sí. Así que tu antena encuentra lo que es importante para ti aunque estés bien dormido. Dejadme preguntarles esto. ¿Lo oye el padre?
AUDIENCIA: [algunos sí, algunos no]
GARY: Normalmente, ¿lo oye el padre?
SHERWOOD: Yo sí.
GARY: Vale, aquí tenemos un padre que lo oye. [Aplauso]
JUDY: Es porque es tan amable [Risas]
GARY: [A Sherwood] Si tú no lo oías, Sherwood, quiere decir que hay algo mal en ti, ¿correcto? Porque tú no serías ya más amable. [A la audiencia] Normalmente, sin embargo, el padre no lo oye. Quiero saber por qué no. ¿Acaso es porque es una mala persona?
SEÑORA: ¡Sí! [Risas] Porque no quiere reconocerlo.
GARY: Porque no quiere reconocerlo, escucho. ¿Por qué más el padre no lo oye?
HOMBRE: No tiene por qué.
GARY: Correcto. No tiene porqué. Porque en un situación típica, la madre se cuida de él. El padre se dice a sí mismo: “tengo que ir a trabajar mañana. No tiene sentido que los dos perdamos el sueño. Ya se cuidan de él”. El padre tiende a no oírlo porque su antena no está activa en esta área. Sabe que la antena de la madre hará el trabajo, Pero dejadme preguntar esto. ¿Qué pasa si la madre tiene que salir por el fin de semana y el padre se queda en casa con el bebé? ¿Lo oye entonces?
AUDIENCIA: Sí.
GARY: Seguro. Su antena es activada, ¿no es así? Nuestra antena es un don. La usamos todo el tiempo, pero la damos por supuesta. Normalmente, ni siquiera somos conscientes de que podemos aprovechar su potencia para fines específicos. Pero podemos. Cuando hacéis afirmaciones, generáis una conciencia en vuestra mente del “nuevo yo” que deseáis crear. Este nuevo cuerpo que deseáis, por ejemplo. ¿Habéis notado alguna vez que cuando leéis revistas o periódicos, algunos artículos se os resaltan? ¿Y que algunos no se os resaltan para nada? Estos que se os resaltan son los que se agarran a vuestra antena. Los otros son ignorados por vuestra antena. Usad estas herramientas para activar vuestra antena y nueva información se os resaltará que no habíais visto antes.
Así que si usáis estas herramientas para crear un nuevo cuerpo o un nuevo peso, automáticamente generáis un nuevo nivel de importancia para estos logros. Literalmente le dais instrucciones a vuestra antena para buscar cosas que os ayudarán. Por esto, cuando leéis una revista, con más seguridad notaréis artículos sobre salud o peso. Un artículo que ordinariamente os pasaría por el lado, ahora [chasqueo de dedos] os resaltará.
Vuestra antena crea una ultra conciencia acerca de vuestra nueva meta. Vuestros pensamientos acerca de ella empezarán a cambiar y en el proceso, cosas que veis y oís cambiarán como corresponde. Esta es la belleza real de vuestra antena. Estas cosas suceden sutilmente y es por eso que ser un observador es tan importante.
Tu antena te obligará a ser consciente de cosas que no habías visto nunca antes. Cosas que estaban justo delante de ti y de las que no te habías dado cuenta. El modo en que me gusta ponerlo es: “La manera de hacer algo que quieres hacer, ya existe. Solo necesitas sintonizarte con ella”. De hecho, tengo esta frase aquí hacia el final de la página 19. Por favor, rodéala con un círculo. “La manera de hacer algo que quieres hacer, ya existe. Pero está fuera de tu campo de consciencia. Deja que tu antena la encuentre para ti”.
Voy a daros algunos ejemplos para apuntar hacia esto.
EJEMPLO Nº 1: TENGO MÁS CANDIDATOS DE LOS QUE PUEDO TRATAR
GARY: En 1983, deseé mudarme de Portola Valley, California a The Sea Ranch, California. ¿Cuántos saben dónde está esto…? ¿The Sea Ranch? [Manos levantadas] Oh, muchos de vosotros. Está en la costa de Sonoma. Acababa de divorciarme por segunda vez y de dejar escapar mi segunda fortuna así que no tenía mucho de lo que se refiere a dinero. [Risas] Es verdad. Más bien lo dejaría irse que tener todas las preocupaciones emocionales que van con luchar por el dinero. Es caro… emocionalmente hablando.
Pero tenía los inicios de un pequeño negocio completamente nuevo. Conseguí unos pocos cientos de miles de dólares de algunos amigos para una asociación de inversión. El desafío aquí era que escogí trasladarme a Sea Ranch… habitantes, tres cientos… y necesitaba discutir con planes de pensiones y gente con cientos de miles de dólares para invertir en esta pequeña sociedad. Y no vivían en Sea Ranch. ¿No? No, ellos estaban en San Francisco… a dos horas y media de distancia.
No sacaba bastante dinero de esta pequeña sociedad para ser capaz de financiar mi paso por este mundo así que sabía que tenía que empezar a buscar ventas. Por consiguiente, creé una afirmación que decía: “tengo más candidatos de los que puedo tratar”
Ahora, ¿no parece como una clase de rareza para alguien que vive tan retiradamente decir “tengo más candidatos de los que puedo tratar” y esperar que aparezcan ricas oportunidades y hacer negocios? ¿No le suena raro a todo el mundo? ¿Lo haríais?
HOMBRE: Yo podría.
GARY: Bien, tú podrías. Correcto. Uno o dos podríais. ¿Cuántos realmente lo haríais? [Dos o tres manos alzadas] ¿Cuántos realmente dudaríais hacerlo? [Muchas manos alzadas] Correcto, pero sigo manteniendo mi afirmación.
Ahora, sabía cuando me trasladé a Sea Ranch que siempre podría conducir a y desde Santa Rosa para hacer negocios. Más o menos es una hora y media en cada sentido. Pero dos horas y media a San Francisco y vuelta (cinco horas ida y vuelta) es lo que debería hacer. Pero esto es demasiado, hablando prácticamente, para hacer cada día. Pero seguí diciendo esta afirmación e imaginándome que sucedía.
¿Recordáis cuando os decía hace un poco que cuando lees revistas algunas cosas se os resaltan? Bueno, estaba creando una conciencia de tener más candidatos de los que podía tratar. De hecho, me imaginé que ellos me llamaban. Yo no tenía que llamarlos. Ellas me llamaban a mí.
Pero cuidado, no tenía idea de dónde iban a salir estos candidatos. No tenía ni el más mínimo asomo. Solo sabía que la manera de hacerlo ya existía y que mi antena lo encontraría para mí. Todo lo que tenía que hacer era crearlo como algo importante para mi mente. Esa afirmación y soñar un poco eran mis herramientas.
Un día, después de que me mudé a Sea Ranch, estaba mirando mi biblioteca motivacional y me encontré con un libro que había leído al menos cincuenta veces. Era sobre la filosofía e ideas de negocios de Ben Feldman, un vendedor de seguros de vida de mucho éxito. En ese libro había una idea que había visto innumerables veces pero, en las lecturas anteriores, no le había prestado demasiada atención porque mi antena no estaba orientada hacia allí como le estaba ahora.
Aquí está la idea. Cuando Ben Feldman quería una audiencia con el presidente de una gran corporación, se iba a la oficina de recepción, en frío… nadie sabía que él iba a ir… y le daría a la recepcionista cinco billetes de cien dólares. Le pedía que le diera los billetes de cien dólares al Sr. Jonson, el presidente, con una nota que decía, “Se los cambiaré por cinco minutos.”
¿Qué iba a decir la recepcionista… “¿no?” Típicamente, se iba directamente a darle la nota y el dinero al Sr. Jonson. ¿El resultado? Ben consiguió ver a muchos candidatos cualificados. También resultó, al menos de acuerdo al libro, que todo el mundo le devolvía el dinero. Ellos no querían realmente quedarse con el dinero. Les gustaba esa inteligente idea y le concedían la entrevista en base a ella.
Así que aquí estoy… sin un céntimo. No debería decir sin un céntimo, pero no tenía los medios para sacar cinco billetes de cien dólares con mucha frecuencia. Pero mira, mi antena estaba puesta y esta historia, que había leído muchas veces antes, me provocó a preguntarme a mí mismo: “¿cuál es el verdadero coste de una llamada de ventas de calidad?”
¿Qué pagaríais, gentes de ventas en la audiencia, para poneros delante de alguien que ya sabía de qué les ibais a hablar… estaban interesados… tenían el dinero para comprar lo que vosotros queríais venderles…y vosotros ya os habéis comunicado con ellos cuando entrasteis en su oficina?
¿Cuántas llamadas en frío tenéis que hacer para finalmente encontrar la persona que se ajusta a esa categoría? ¿Cuántas?
SEÑORA: Más de diez.
GARY: ¿Más de diez? Según mi experiencia cincuenta o cien. Cualquiera que sea el número suma un montón de llamadas y un montón de tiempo. Y el tiempo es caro.
Así que usando la idea que mi antena acababa de encontrar, conseguí una lista de planes de pensiones en San Francisco que me dio nombres y direcciones de los administradores de esos planes. Entonces monté una carta que decía: “Apreciado Sr. Jonson. Le cambiaré esto”… y metía un billete de cien dólares completamente nuevo “por veinte minutos”. Ponía una carta detrás con los conceptos básicos de lo que quería tratar y entonces le pedía que me llamara para concertar una visita.
Envié esas cartas y ¿sabéis qué? Ellos me llamaron. La mitad de ellos me la devolvieron diciendo: “¡caramba! No estoy realmente interesado pero ha tenido una idea muy ingeniosa”. La mayor parte de la otra mitad actualmente me llamó. Llamé a unos pocos solo porque no respondieron en una semana. Pero la mayor parte me llamó. Y entonces tenía que ir a San Francisco para tener siete u ocho visitas al día durante dos o tres días seguidos. Entonces tenía que volver y empezar todo el proceso de nuevo.
De esto, hice una asociación de veinte millones de dólares. Aquellos candidatos sonreían cuando me veían. Me invitaban. Me invitaban a café. Yo no bebía café pero de todas formas ellos lo tenían para mí. Ahora dejadme preguntar. ¿Existía ya el modo de tener más candidatos de los que podía tratar?
AUDIENCIA: Sí.
GARY: ¿Estaba sintonizado con ello al principio?
AUDIENCIA: No.
GARY: Solo necesitas sintonizarte. Mis afirmaciones y sueños activaron mi antena que a su vez, encontró la idea para mí. Es mas, hay más maneras de hacer prospección. No solo hay una forma de hacerlo. Tu antena encontrará muchas alternativas si le das la oportunidad.
HOMBRE: ¿Cuántos se quedaron con el billete de cien dólares y no te vieron?
GARY: Algunos. Yo diría que uno de cada veinte actualmente se quedó con el de cien... o dijeron que nunca lo recibieron… o dijeron que algún empleado lo robó… o cosas como esas. Por otra parte, mucha gente me dio la visita y también me devolvió el billete de cien.
HOMBRE: ¿Lo enviaste por correo certificado?
GARY: Sí, correo certificado. Firmaron por él y todo. Esto lo hace parecer como un correo muy importante. “¿De quién es esto? ¿Gary Craig?..¿Quién es ese?... ¿Correo certificado?... ¿es un pleito? Creo que mejor lo abro.” Así que la recepcionista abre ese sobre y se queda admirada. Se lo entrega al Presidente de la compañía. Consigo una llamada de teléfono y voy a verle. Así es como sucedía típicamente. Algunos no me vieron y se quedaron con los cien dólares. Algunos me vieron y me los devolvieron.
Acabó costándome sobre cien dólares por cada entrevista cualificada. Barato. Muy barato si realmente lo piensas. En apariencia parece como un montón de dinero pero considerándolo todo, fue muy económico. La manera de hacer algo que quieres hacer ya existe. Solo necesitas sintonizarte con ello.
EJEMPLO Nº 2 CHEQUES EN EL CORREO
Quiero compartir con vosotros otro ejemplo debido a la importancia de este asunto. Algunos de vosotros podéis conocer el nombre de Doug Hooper. Doug era un hombre muy agradable. Murió hace algunos años pero, antes de morir, dio charlas en la misma línea que yo doy aquí. Las llamaba “Eres lo que piensas”.
Un día se fue a su buzón y sacó la típica pila de correo que la mayor parte de nosotros recibimos… correo basura y algunas facturas. Así que se dijo: “Sigo predicando acerca del poder de nuestro pensamiento. Voy a ponerlo en práctica aquí… Quiero cheques en el correo.” Por supuesto que él había recibido cheques en el correo antes, pero no el flujo constante que estaba buscando. No sabía de dónde iban a venir esos cheques. Ni sabía por que o por qué cantidad.
Aún así, sabía que podía crear un flujo constante de cheques con su pensamiento. Aunque no usaba el término “antena”, estaba bastante familiarizado con el concepto de que el modo de hacer algo que quieres hacer ya existe. Solo necesitas sintonizarte. Así que empezó una rutina diaria de imaginarse los cheques en el correo.
Ahora, ¿cuántos de vosotros pensáis que es esto una cosa factible de hacer? Estoy curioso. [Unas pocas manos alzadas] ¿Cuáles son las probabilidades de éxito para alguien que se imagina los cheques en el correo y que actualmente le ocurra? ¿Cuáles son las probabilidades?
AUDIENCIA: Una de cada mil.
GARY: Una de cada mil, ¿dijiste? Bien, podríais pensarlo si no estuvierais acostumbrados al poder de vuestra antena. En mi experiencia, las probabilidades son muy altas, pero solo si eres consecuente para crear este nuevo pensamiento. La manera de hacer algo que deseas hacer ya existe. Solo tienes que sintonizarte a ello.
Esto es lo que pasó. Doug empezó a imaginarse el proceso y regresaba a casa del trabajo por la tarde y preguntaba a su esposa: “Eileen, ¿hay algún cheque en el correo?” De paso, no le había dicho a su esposa o a sus dos hijos que estaba intentando crear cheques en el correo a través de sus pensamientos. Esto era para evitar las críticas que la gente se apresura a darte por tal esfuerzo “absurdo”. Así que ni siquiera se lo dijo a su esposa.
“¿Algún cheque en el correo, Eileen?”, siguió preguntando. “No”, decía ella. Siguió preguntando esta pregunta noche tras noche. El decía: “¿Algún cheque en el correo, Eileen?” Después de un tiempo elladecía, “Noooo” con enojo creciente. Sus hijos también pensaron que esto era un poco extraño así que un hijo se volvía hacia el otro y le decía “Puede que el ascensor de Papá ya no sube hasta arriba.” [Risas]
Pero ya veis, él sabía el poder de lo que estaba haciendo así que siguió con ello. Mientras tanto, sin embargo, nada pasaba. Nada de cheques en el correo. Ni siquiera un asomo de tal cosa. Pero de todos modos él siguió imaginándolo. Siguió creando el pensamiento porque sabía que la forma de hacerlo iba a presentársele.
Después de unos seis meses, sucedió que estaba en la oficina de un editor del periódico local de Danville para el cual escribía artículos semanales llamados “Eres lo que piensas”. Estos artículos eran historias acerca de cómo los procesos del pensamiento crean cosas para ti, la clase de cosas de las que estamos hablando aquí. Ingeniosos pequeños artículos.
Y el editor le dijo.”Sabes, Doug, algunos de nuestros lectores han escrito pidiendo copias de tus artículos anteriores”. ¡Bingo! [Gary chasquea sus dedos] Su antena se cogió a esto enseguida. Aquí está la manera de tener cheques en el correo. Así que hizo un pequeño libro con sus artículos anteriores. Entonces puso una pequeña nota al pie de cada artículo que escribió desde entonces. Decía: “Si deseas ediciones atrasadas, por favor envía equis dólares a Doug Hooper, dirección tal y tal”
Cheques en el correo.
Oí a Doug contar esta historia siete años después de que llegara su primer “cheque en el correo” y supe que recibió cheques en el correo cada uno de los días con servicio de correos, excepto por cinco o seis, durante los anteriores siete años. Interesante, ¿eh?
Mirad, la manera de hacer algo que quieres hacer ya existe. Solo necesitas sintonizarte a ella. ¿Lo veis? Estas historias son muy reales. Pero debéis seguir usando vuestras herramientas para poner vuestra antena a trabajar. No debéis saliros de vuestra ruta.
Abrazos, Gary.
Traducido por Juan Carlos Vega Escribir a Juan Carlos
"":http://www.eftuniverse.com/palace/palaceof4.htm#9
editar este artículoEn los artículos que aquí se publican se supone que tienes un conocimiento práctico de EFT. Los principiantes pueden aprender de los mismos pero se les aconseja descargar y estudiar el manual gratuito para una comprensión más completa.
Calzada del Bosque #1, Col San José del Puente,
Nota importante: Mientras EFT ha producido resultados clínicos notables, los facilitadores y el público deben tomar plena responsabilidad por su uso de ella. Favor de consultar con un profesionista calificado de la salud respecto de su uso de EFT.