Por Andrea Fredi
Hola Gary,
Desde niño siempre fui miedoso. Temía hacer las cosas normales que hacen otros chicos normalmente: trepar árboles, dar saltos desde la altura, o salir a aventurar. La prudencia parecía ser mi guía y me mantenía esclavizado. Al ir creciendo logré aminorar esta trampa mental, pero todavía permanecía en mis pensamientos y mis actos.
Pero estoy aquí ahora, después de varios años de tapping, de vacaciones en Australia. Ahora voy a una agencia y reservo para ir de excursión a La Gran Barrera Coralina, o al Bosque Lluvioso Amazónico, y así sucesivamente. La señora de la agencia me cuenta de otra opción. Salto libre en paracaídas.
Mientras me explica de lo que se trata, mi mente empieza a imaginar estar allí y saltar al vacío. De inmediato experimento un 8 de intensidad (en la escala de 0 -10) así que le hago tapping mental. Dos rondas y baja a cero. Me toma un día decidir, y voy y hago la reservación.
Antes de saltar, mi mente está a menudo tranquila. Sólo ocasionalmente tuve pensamientos de temor (de caer mal, de hacerme daño, etc.) así que hice varias rondas de EFT.
Finalmente llega el Gran Día, y me siento bien. Hice tapping una vez para el miedo de hacerme daño. Me meto en el avión y me siento “relajado con entusiasmo”. Me agrada el momento antes del Gran Salto y observo las caras de los demás novatos en el deporte. Hice un par de rondas mentales por el miedo, mayormente en el Meridiano de Riñón (Clavícula) y para aumentar mi coraje, en el Meridiano de Hígado (bajo la tetilla).
Llegó mi turno y de inmediato estaba volando en el cielo. Es una experiencia que nunca olvidaré, y gracias a EFT pude dejar mis temores atrás.
Andrea Fredi
Italia
Traducido por: Leopoldo Proaño
editar este artículo
En los artículos que aquí se publican se supone que tienes un conocimiento práctico de EFT. Los principiantes pueden aprender de los mismos pero se les aconseja descargar y estudiar el manual gratuito para una comprensión más completa.